miércoles, 24 de junio de 2015

Paradoja

Los espacios libertarios artísticos pueden ser tan casposos como los institucionales.
Los amantes del arte,una especie en extinción. Son los únicos que pueden entender un arte libertario.
Los propios libertarios, ni entienden  de arte, ni están preparados para ello.
La necesidad constante de reafirmarse en un código ético  y estético dictado por la norma, les invalida emocionalmente.
El concepto carente de emoción acorta sus mentes,convirtiéndose en rebaño de masas frígidas.
Ser frío y conceptual,es un valor en alza.
Lo casposo está de moda!
Comerle el rabo a la institución,es cool.
Y yo, que soy una romántica empedernida,soy una gilipollas por haberme creído el cuento.

2 comentarios:

  1. Paloma, estás que lo petas!!! ains, me emociono leyendo todas las cosas que haces, me alegro mucho por ti y por tu arte. Y el que no quepa, pues que le den por el culo!! besos chenda

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