El 29 de abril fue el Día Internacional de la Danza.
Más allá de lo convencional y de algún soporífero vídeo institucional, la propuesta desde distintos bailarines y performers en torno a la danza butoh en Zaragoza ha sido Proyecto Azufre/Sulphur Project.
Profesoras y alumnos en igualdad de condiciones.
Un encuentro desde lo virtual del que ha salido el vídeo con montaje de Alberto Monreal, confinado en Estambul por azares de la pandemia, que solo tenía una condición: espacio confinado, temática libre y luz natural.
Blanco y negro, sonido minimalista a cargo de Alfredo Porras y tres minutos y medio para la improvisación.
En el vídeo tomamos parte Cristina Salinas, Samkale Bellacrux, Emilia Latorre, Paloma Marina, Ma Iracheta, Alberto Monreal, Daniel Romeo, Gonzalo Catalinas, Pilar Casafranca, Huguette Sidoine y Yolanda Villajos. Compartimos en común la danza, pero nos nacen las ganas desde la poesía, la creación audiovisual, el diseño o la fotografía.
La danza butoh nace en Japón tras las bombas nucleares como un arte performático que toma desde la tradición japonesa a la improvisación pura. Grotesca, feísta a veces, incluso inquietante parte desde un estado cercano al trance por quienes la practican y busca remover al espectador. Zaragoza destaca por ser uno de las ciudades punteras en esta danza.
