jueves, 28 de mayo de 2015

Una crítica positiva

Siempre gusta que hablen bien de aquellas cosas de las que te sientes parte.
J.M. Marshall ha escrito esto en arainfo sobre el espectáculo que repetimos este fin de semana.
No os perdáis la Parada de Casetas.
Fotos: Nacho Arantegui,



Fotos:Nacho Arantegui

VUELVE LA PARADA DE CASETAS

Por J.M. Marshall

Muchos conceptos del arte van quedándose viejos hace tiempo, como son la necesidad de perdurabilidad desde que existe el arte efímero o el arte en la naturaleza. Tampoco la danza tiene que ser una preciosa colección de cabriolas o una canción una melodía con ritmo 2x4 y estribillo.
De todo esto y alguna cosa más trata el espectáculo que propone la Parada de Casetas que se representa por última vez este fin de semana en el espacio natural de la Balsa del Ojo del Cura.
Los organizadores del proyecto son viejos conocidos de diferentes proyectos de land art, para los que buscan colaboraciones de varias disciplinas artísticas: la gente del equipo Trarutan. Con unos cuantos años trabajando en espacios naturales y con materiales sacados del propio entorno, generando atmósferas que van desde lo intimista a estructuras realmente espectaculares su “galería” está entre árboles por regla general.
En este caso la propuesta va de recorrer el rehabilitado espacio de la balsa del Ojo del Cura, un humedal el que se han catalogado 250 especies vegetales diferentes, que dan idea de la tremenda riqueza vegetal del espacio.
Además, paisajísticamente, se trata de una de las últimas balsas resistentes de las que existían en esta zona del valle del Ebro.
Permanecemos en silencio. Nos dicen que, a un pasito, la cigüeñuela está anidando. 



En el recorrido encontramos seis propuestas de arte en la naturaleza. Arte plástico en este caso. Esculturas en un camino en plena oscuridad, señalizado por unas mínimas barritas de luz. Puertas viejas, madera y semillas de chopo, ramas y juncos, generan un entorno que tiene algo de onírico. Mirillas en mitad de la naturaleza, obras que aparecen en un rincón...
Mientras uno va dando el paseo se encuentra con cinco números diferentes, delos que no estropearé el secreto. Es un camino que te acerca a la balsa, se adentra en el carrizal por un angosto sendero y se cruzan contigo Gustavo Giménez en la performance con su impresionante técnica vocal. También con Gonzalo Catalinas, Paloma Marina y Huguette Sidoine en la danza butoh junto con Pilar Marqués en el canto lírico y Alfredo Porras en la música en un inquietante número de danza. También a Victoria Valdearcos en la danza contemporánea y a Yago de Mateo transformado en el Engendro Luminiscente.
Un detalle no menor, por cinco euros ¿Cómo perdérselo? Aunque, por desgracia, el aforo es muy limitado. No olvidemos que es un lugar delicado y protegido, así que mejor reservar con tiempo. 



sábado, 23 de mayo de 2015

jueves, 14 de mayo de 2015

Ya falta poco. Nos vemos en Casetas.

¡Tenéis que daros prisa! Este viernes 15 y sábado 16 en la balsa del Ojo del Cura ( Casetas), un espectáculo que serán muchos.
Habrá danza, escultura en la naturaleza, performances y todo ello en un entorno natural y tranquilo.
Os aviso: lamentablemente hay pocas entradas para este fin de semana. Os recomiendo, llegad con tiempo o reservad con antelación.
No os puedo adelantar nada pero os garantizo que el espectáculo va a merecer la pena.
¡¡Nos vemos en danza!!

Como llegar (por carretera)

viernes, 1 de mayo de 2015

Una entrevista que me hicieron.CNT

La gente de CNT de Zaragoza tienen una sección de cultura y editan un boletín de nombre Arroja la Bomba, en homenaje al himno anarquista.

Para el número 3 de la publicación me hicieron esta entrevista, que les agradezco. No paran de echarme flores je, je.


ENTREVISTA A PALOMA MARINA

Paloma Marina, artista zaragozana, conocida sobre todo por sus exposiciones fotográficas en nuestra ciudad y por comisariar proyectos colectivos como Grotesque and Beauty, Densidad de la Plata o tomar parte en exposiciones como la Franja Roja.

También ha coreografiado proyectos de danza y ella misma forma parte de la compañía Ma Jo, de danza butoh, que estrena espectáculo en el Festival Nacional Barcelona en Butoh.

P.- Paloma Marina, fotógrafa, bailarina, coreógrafa, danzaterapeuta... Muchas cosas para una sola persona ¿Podemos hablar de una bailarina que hace fotos o de una fotógrafa que baila?

R.-Yo creo que a estas alturas una fotógrafa que baila, aunque reencontrarme con la danza ha sido lo mejor que me ha pasado entrando a los 40. Es una danza de madurez.

P.- Pero, al mismo tiempo, muchas de tus fotos son muy coreográficas.

R.- Sí, no sé trabajar de otra manera. El trabajo corporal con mis modelos es básico. No hago ninguna sesión de fotos sin un trabajo físico previo.

P.- Dentro de tu faceta de artista plástica cómo te definirías.

R.- Soy fotopintora. Considero que cuando hago una intervención pictórica en una foto convierto el boceto en obra. La foto en sí es un boceto y el trazo pictórico es lo que la eleva a obra de arte.
Pintar para mí es lo más difícil, pero es apasionante.

P.- Fotopintora, por lo tanto trabajando con formato analógico todavía, del de carrete y revelado, pero también con fotografía digital ¿Qué prefieres de una y de otra?

R.- Evidentemente el digital hay que trabajarlo en estos tiempos. Es rápido, eficaz y barato.
Pero la calidad que proporciona el analógico y la belleza de poder intervenir desde el revelado, los virajes y el tratamiento que hago con anilinas lo dota de una belleza especial. Más romántica.
Me quedo definitivamente con el analógico, un poco como García-Alix, por nombrar un romántico incorregible.

P.- García-Alix, ya nos has dicho uno ¿Más influencias?

R.- Joel-Peter Witkin, Diane Arbus, Talbot...
En pintura más clásicos: Caravaggio, las pinturas negras de Goya, el Renacimiento florentino, el modernismo arquitectónico y el diseño. Los enanos de Velázquez o todo lo del Greco.

P.- Tienes alguna serie que choca mucho como erótica y cáncer, desnudos de discapacitados ¿Te gusta el término rupturista para definir tu trabajo?

R.- Sí, es provocador. Creo en la provocación como una llave.
Que hablen de ti, aunque sea mal. El arte tiene que hacer pensar, ha de ser ambiguo, no quedarse solo en lo evidente.
También es cierto que en algunos de estos proyectos son los propios modelos los que me han elegido.

P.- No has expuesto nunca en espacios institucionales ¿Por algo en especial?

R.- Solamente la primera vez que me presenté a un concurso hace cosa de 20 años.
Desde entonces he preferido un “yo me lo guiso yo me lo como”.
Me gusta el arte underground, aunque creo que hay muy poco apoyo y valoración. Falta cultura, falta formación y faltan claves de entendimiento artístico.
Me gusta trabajar en lo no institucional. Creo en un arte no dirigido, donde no me digan lo que tengo que hacer. Es lo único que es mío, lo que puedes crear, por lo demás todo te lo pueden quitar.
Es una paradoja que el arte de izquierdas o presuntamente revolucionario se de por bueno por el hecho de serlo y falta autocrítica y análisis y los acabados son pobres. Comprender que no todo vale y el resultado final ha de tener un mínimo nivel para que tenga un valor artístico.
Se cojea en el acabado. Hay arte punk soberbio y otros más encumbrados que no valen nada.

P.- ¿Cómo ves el arte plástico en Zaragoza?

R.- Creo que hay mucho talento, pero todo funciona por grupúsculos, por ser amigos de alguien. Sobran artistas. Un buen artista ha de tener la inquietud de saber lo que están haciendo las compañeras, meramente por sana competencia, un cierto “pique” artístico.
Somos envidiosos por naturaleza. Y esa envidia bien dirigida nos lleva a trabajar mejor.
Al igual creo profundamente en el enamoramiento artístico que te lleva a acercarte a esos artistas que te estremecen.

P.- ¿Y en danza en qué proyectos andas metida? Cuéntanos que es eso del butoh.

R.- Ando en un proyecto que ya lleva cociéndose un tiempo y empieza a dar sus frutos, una pequeña compañía llamada Ma Jo. Simplemente sacamos para viajar, para cubrir gastos y a veces ni para eso.
Es amor a la danza, incluso con un pensamiento revolucionario, pues es una danza subversiva, atrevida, en que se trabaja con lo inconsciente.
En estos tiempos tan de estética, en que está todo tan dirigido, dejar paso a las emociones, dejarte llevar un poco por el inconsciente es lo más revolucionario que hay.
El butoh es una danza vanguardista, que viene de Japón, contemporánea, aunque muy incomprendida. Quizá hacemos pocas concesiones al público.
Usamos la mueca, la expresión grotesca y hacemos una danza que va desde el humor absurdo a escenas que tienen que ver con la muerte.
El butoh, de hecho, nace en los cabarets de Japón como nueva expresión artística tras el impacto de las bombas de Hiroshima y Nagasaki. Es nueva cultura japonesa. Casi lo más vanguardista.

P.- Pero tú vienes de una formación totalmente clásica ¿Piensas que el ballet clásico está caduco?

R.- Como disciplina física es imprescindible y completísima. Desarrollas equilibrio, acrobacia, flexibilidad. Aprendes mucho.
Pero, por otro lado, está desfasada, resulta hasta un poco grotesca. No hay danza occidental que no tenga base clásica, pero como expresión se ha quedado arcaica e intelectualmente muy pobre.

P.- Mirando hacia el futuro ¿Qué tienes en mente en creación fotográfica?

R.- Estoy preparando una exposición que se llamará, probablemente, Ángeles Precarias en que combinaré digital y fotopintura. Es la idea de plasmar gente que está en un estado precario por diferentes circunstancias, pero que destilan genialidad. Son todas personas en una cierta inadaptación social, en una situación un tanto límite.

R.- ¿Y en danza?

Pequeñas coreografías. Pero, todo el próximo año pienso seguir bailando y experimentando aunque me duela el cuerpo, que los cuarenta ya cantan.

P.- ¿Algo más que añadir?

R.- Invito a que la gente se sumerja en cualquier experiencia creativa. Y quizás el tiempo determine si es arte o no.