Finalmente la jornada del Parque Bruil, con la pequeña muestra de Land Art que montamos fue un éxito de participación.
Cientos de personas, mayormente niños y niñas, plantaron sus dos arbolitos y reivindicaron este espacio verde zaragozano como lugar vivo y de barrio.
Pero todo esto no hubiera sido posible sin la intensa labor creativa de Serafina Balasch y Gerardo García con su sombra de árbol inexistente.
Nemesio Mata y María Urra con su crisálida.
Miguel Ángel Gil con su árbol de frutos imaginados.
Ada y su ruta de huellas de osa, en recuerdo de la osa que vivió (o más bien sobrevivió) en una jaula en el parque.
Andrea y su sol de ramas en torno al longevo almez.
Sonoko con su propuesta de ikebana.
Y ya en las artes escénicas allí estuvo Gonzalo Catalinas bailando, con Alfredo Porras a la música y canto. Pequeña representación de la compañía Ma-Jo que fascinó a los más peques.
Yo misma también puse mis pequeñas esculturas, organicé las cosas lo mejor que pude y hasta me tocó hablar y echar una mano en todo lo posible.
Recuperé además una obra mía, nido orgánico que trabajé durante meses cual cigüeña en vez de Paloma, donde bailo Gonzalo.
Y gracias a los fotógrafos que cubrieron el evento Francho Felices y Julio Marín que ha dejado esta estupenda galería de fotos.
Pero todas estas personas no estuvieron solas.
Allí estuvieron echando una mano, montando obras, pidiendo voluntarios y apoyando todo un grupo de gente a la que le gusta crear cosas y ayudar a que otros las hagan. Besito general.
A falta de ir colgando imágenes os dejo con el making-off del evento, realizado por mi esforzado fotero de guardia con su cámara de baratillo.
En breves más fotos.
Transportando el nido para la danza. Toda una hazaña
Andrea y su sol de ramas
Sera y Gerardo montando su sombra de árbol inexistente
Mis esculturas diseminadas antes del montaje
Sonoko preparando su ikebana
Gonzalo preparado para la danza
Una crisálida que contiene deseos
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